LUNES SANTO
Este día conmemoramos al Patriarca José, del
que sus sufrimientos inocentes (Génesis,
Capítulos 37 y 39-40) prefiguran la Pasión de
Cristo. También conmemoramos la Higuera estéril,
que el Señor maldijo (Mateo 21:18-20) símbolo del
futuro juicio a aquellos que no muestran el fruto del
arrepentimiento; más específicamente, un símbolo
de la incrédula Sinagoga Judía.
MARTES SANTO
Este día los textos litúrgicos
se refieren principalmente
a la parábola de las Diez
Vírgenes, que son el tema
general de estos tres días.
También se refieren a la
parábola de los Talentos que
viene inmediatamente después
(Mateo 25:14-30). Ambas son
interpretadas como parábolas
del juicio.
MIÉRCOLES SANTO Se conmemora a la mujer pecadora, que ungió los pies de Cristo cuando Él
se sentó en la casa de Simón. En la himnografía de este día, el relato de
Mateo 26:6-13 es combinado con el de Lucas 7:36-50 (cf. también Juan
12:1-8). El segundo tema del día es el acuerdo
hecho por Judas con las autoridades Judías: el
arrepentimiento de la pecadora es contrastado
con la trágica caída del discípulo elegido. El
Triodio deja en claro que Judas pereció no sólo
por haber traicionado por haber traicionado a su
Señor, sino por haber caído en el pecado de
traición, y después negarse a creer en la
posibilidad del arrepentimiento: ‘En su miseria
perdió su vida, prefiriendo al lazo en lugar del
arrepentimiento.’ Si deploramos las acciones de
Judas, no lo hacemos de forma vengativa y
santurrona, sino siendo conscientes siempre de
nuestra propia culpa: ‘Oh Señor, libra nuestras
almas, de la condenación que fue la de él.’ En general todos los pasajes en el
Triodio que parecen ser dirigidos en contra de los judíos deben ser entendidos
de la misma forma. Cuando el Triodio denuncia aquellos que rechazaron a
Cristo y lo dieron a la muerte, reconocemos que estas palabras no solo aplican
a otros, sino a nosotros mismos: ¿Porque acaso no hemos traicionado al
Salvador muchas veces en nuestros corazones y lo crucificamos de nuevo?
La tarde del Miércoles Santo se celebra usualmente el sacramento de la
Unción de los enfermos, y se unge a todos en la iglesia estando enfermos
físicamente o no; porque no existe una aguda línea de demarcación entre la
enfermedad corporal y la espiritual, este sacramento confiere no solo sanación
corporal sino el perdón de los pecados, sirviendo como preparación para
recibir la Santa Comunión el día siguiente.
JUEVES SANTO Este día se conmemoran cuatro eventos: el lavado de los pies de los
discípulos, las institución del Misterio de la Santa Eucaristía y la Última
Cena, la agonía en el jardín de Getsemaní (los textos litúrgicos no hablan
mucho acerca de este tema) y la traición de Judas. En algunas catedrales y
monasterios, hay una ceremonia especial del
lavado de los pies al final de la Liturgia, con el
Obispo o el Abad representando a Cristo y
doce sacerdotes representando a los
apóstoles. En el Patriarcado Ecuménico de
Constantinopla, y en los centros de otros
Patriarcados e Iglesias Autocefalas, el Santo
Crisma el Bendecido durante la Liturgia de
este día, pero el rito no se hace en todos los
años. El significado del Jueves Santo puede
ser resumido en un texto de singular belleza,
repetido muchas veces en la Liturgia, que
combina los temas de la Comunión
eucarística, la traición de Judas, y la
confesión del Buen Ladrón.
VIERNES SANTO Este día conmemoramos los
sufrimientos de Cristo: la burla, la
corona de espinas, la flagelación,
los clavos, la sed, el vinagre y la hiel, el
llanto y la desolación, y todo lo que el
Señor sufrió en la Cruz; también la
confesión del Buen Ladrón. Al mismo
tiempo, no se separa la Pasión de la
Resurrección; incluso en este día de
humillación del Señor, buscamos también la revelación de
su eterna gloria.
Veneramos Tu Pasión, Oh Cristo:
Muéstranos también Tu gloriosa Resurrección.
Como hemos visto la Cruz y la Resurrección, son aspectos
de un indiviso acto de salvación:
Oh Señor, Tu Cruz es vida y resurrección….
SÁBADO SANTO En este día conmemoramos la sepultura de Cristo y su descenso al Infierno.
En Maitines, celebrados usualmente el viernes en la tarde, el Servicio
comienza con las Alabanzas (en griego, Enkomia) cantadas frente al
Epitafio en el centro de la Iglesia. El tema predominante en este servicio no es
tanto de sufrimiento sino de expectación vigilante. Por el momento, Dios
guarda el Sabbat descansando en la tumba, pero nosotros esperamos el
momento en el que levantara de nuevo, trayendo nueva vida y volviendo a
crear al mundo.
Este día Tú guardas el santo séptimo día,
Al que has bendecido desde la antigüedad, al descansar de Tus Obras.
Oh mi Salvador, Tú hiciste todas las cosas ser, y Tú haces toda la creación
nueva, guardando el descanso del Sabbat, y restaurando tu poder.
DOMINGO DE RAMOS: Bendito el que viene …’: esta es la fiesta de Cristo el Rey – que es
bienvenido por los niños en su entrada a Jerusalén, y es bienvenido
así mismo por todos nosotros en nuestros corazones. ‘Bendito el que
viene…’ que viene no tanto del pasado sino del futuro: porque el Domingo de
Ramos damos la bienvenida no sólo
al Señor que entró en Jerusalén
montando un pollino hace ya
tiempo atrás, sino también al Señor
que vendrá otra vez en su poder y
grandísima gloria, como el Rey de la
Era Futura. Ramos y palmas son
bendecidos después del Evangelio
en Maitines, y las llevamos en las
manos junto con velas durante el
resto del servicio. Maestros compartir nuestros enlaces en las redes sociales.
Imágenes alusivos a las Semana Santa
Resumen Semana Santa
Únete a nuestra pagina en Facebook dando clic en el siguiente botón
Me gusta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario